
La razón y la pasión son el timón y las velas de nuestra alma navegante. Si nuestras velas o nuestro timón se rompen, no podrías sino flotar e ir a la deriva, o quedar inmóviles en la inmensidad del mar. Porque si la razón gobierna sola es una fuerza que limita; y la pasión desgobernada es una llama que arde hasta su propia destrucción
miércoles, 29 de junio de 2011
Cantando para matar la ansiedad . . .

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